El Librero de Kabul




Autor: ASNE SEIERSTAD.
Copenhague 1970.
Título: El librero de Kabul.
Año:2002.
Cubierta: Kate Brooks.
Premio mejor libro del año 2002 y premio de los libreros 2002.
Asne , corresponsal de guerra, nos ayuda a descubrir el pensamiento afgano polarizado en hombres - mujeres a través de la familia Sultán Khan, en donde la vida de un hombre vale poco y la de la mujer menos. Libro audaz que nos muestra el medioevo en estos comienzos del siglo XXI.
Seleccionando dos parrafos como muestra: el primero la visita de los talibanes a la libreria y el segundo una escena rutinaria en casa.
























" Este día solamente se interesaban en las imágenes. Hacían caso omiso de los textos herejes aunque los tuvieran delante de las narices, porque los agentes eran analfabetos y no sabían discernir entre la doctrina ortodoxa de los talibanes y lo herético, pero si se percataban de la diferencia entre imágenes y letras, entre objetos animados y objetos muertos.
Al final sólo quedo la ceniza, y ésta se la llevó el viento para mezclarla con la mugre y el polvo de las calles y las cloacas de Kabul."


"Después del caos matutino y la partida de Sultán y sus hijos, Leila puede respirar un poco, beber su té y desayunar. Luego barre las habitaciones por primera vez en el día. camina encorvada con una escobilla de paja y barre, barre y barre habitación tras habitación. El polvo se levanta y se arremolina, antes de volver a posarse en el suelo detrás de ella. El olor. El olor a polvo no abandona nunca el apartamento. Leila no se puede librar del polvo: sus gestos, su cuerpo, sus pensamientos son polvorientos. barriendo logra al menos quitar las migas, los trozos de papel, la basura. Barre todas las habitaciones varias veces al día: como todo tiene lugar en el suelo, éste se ensucia enseguida.
Ahora en el hammam intenta quitarse el ese polvo frotando, ese polvo que rueda en pequeñas y gordas espirales, ese polvo que se pega a su vida.
- ¡Ay! Si tuviera una una casa donde bastara con barrer una vez al día, que quedara limpia después y no tuviera que volver a barrer hasta el día siguiente- Suspira Leila.
Sus primas asienten con la cabeza. Al ser hijas menores, también tienen la misma vida que ella."

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